EL ÉXITO ES LA AUSENCIA DE FRACASO, Y EL FRACASO ES LA CARENCIA DE ÉXITO.
EL ÉXITO ESTÁ EN EL DOMINIO DE LA IMAGINACIÓN CREADORA,
EN SU PROYECCIÓN DESDE EL PLANO MENTAL.

Bajo este axioma de consenso, finalizó el que fue un gran día de interacciones.
La presentación de la cápsula de conocimiento, bajo el título «Consigue un éxito Sistémico y organizacional», proporcionó a los participantes y ponentes, la posibilidad de aproximar los dos polos aparentemente separados, del Éxito y el Fracaso.

Todos huimos del fracaso. Al fin y al cabo, fallar no es algo positivo; implica no haber logrado lo que se quería (frustración), y es, en cualquier caso, «un suceso lastimoso, inopinado y funesto”. Negativo, de cualquier forma, pero como nos ha demostrado nuestra vivencia personal, inevitable.

Pero también hemos aprendido que no hay un gran logro que no vaya acompañado de decenas de fracasos y decepciones.
En la cápsula de conocimiento, pudimos observar y aprender a aprovechar nuestros fallos como la clave para poder sentar las bases de nuestros futuros aciertos, pues somos muchos que no sabemos cómo superar nuestros errores.

En las Prácticas Sistémicas, pudimos visualizar cómo aprovechar los errores para insistir en los objetivos que nos marcamos y, cómo superar el influjo que nos empuja a abandonar la empresa que emprendemos.
Pudimos, a través de las aportaciones de los participantes y los ponentes, desarrollar nuevas habilidades y paradigmas para aprovechar las oportunidades que nos brindan los fracasos. Fuimos más conscientes de la diferencia que distingue a la gente exitosa de las que contemplan sus fracasos como herramientas de inmovilización.
Y pudimos sentar bases conscientes para tener muy claro que, sólo a través del fracaso se puede lograr el éxito. Aprovecharse de él es la clave para el triunfo.

Pudimos asistir a una presentación donde, alumbrados por grandes mentes de los negocios, la ciencia y la cultura, nos dieron su punto de vista para  aprovechar todo lo que el fracaso puede ofrecernos. Desarrollando los innovadores principios que la Ciencia Sistémica nos plantea, extraídos de las bases de las grandes aportaciones ancestrales.

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Tuvimos la certeza que hemos invertido el tiempo y no lo hemos perdido, pues se ha emprendido un acción y no hemos estado paralizados. La realidad es que hacer algo, aunque sea errado, es siempre mejor que no hacer nada. La inacción es el peor de los fracasos.
El fracaso existe para ofrecer sabiduría y Los errores tienen la peculiaridad del significado que queramos darle. Pudimos considerar el error como un aprendizaje y, ver cómo nuestros fallos pueden tener un sentido distinto, disfrutando de experimentar diferentes maneras de ver los fallos y reconocerlos como pasos de un proceso.

Pudimos exponer fracasos y situaciones personales que nos aportaron más información sobre lo que creíamos que eran errores y, pudimos ver cómo los errores pueden verse como un éxito. Y es que, tanto en la ciencia como en la vida, un fallo nos enseña lo que no debemos hacer para lograr el éxito. Poder desarrollar nuestra habilidad, para identificar por qué hemos fallado, es esencial en este sentido y poder desarrollar hábitos, para no repetir las acciones que nos llevaron ha esa situación.

Asistimos a prácticas que nos motivaron a no tirar la toalla, pues es muy tentador, especialmente cuando los fracasos se repiten. Pero es precisamente la concatenación de intentos fallidos, lo que puede conducirnos al éxito. Si de verdad creemos en lo que estamos haciendo, sigamos haciéndolo. En algún momento seguro que conseguiremos nuestro objetivo. Y en la cápsula, también vimos que si no lo conseguimos todo, lo que el proceso nos ha aportado como conocimiento es poso de sabiduría para próximas experiencias.

El mantener el entusiasmo y una energía positiva sobre el objetivo, añadido a reconocer las posibilidades y valúas personales, nos llevó en la cápsula de conocimiento, a ver que los grandes éxitos de la humanidad los habían logrado gente que tenía un especial talento, siendo sólo personas ordinarias con una extraordinaria actitud.

Una gran jornada que concluimos con la certeza y la motivación que el fracaso es la ausencia de éxito, así como el frío es la ausencia de calor. Nos dio el punto de vista que, así como el calor es energía de movimiento, el éxito solamente se puede lograr con movimiento constante; no dejándose paralizar por el frío resultado de un fracaso.

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