SER EXCLUIDO DEL SISTEMA

¿Te pidieron alguna vez «hacerle un favor al equipo»? ¿Te dijeron que «tenemos que recortar gastos»? ¿Te hablaron de «reestructuración», de «ajuste» o de «proyecciones
de contratación negativas»? ¿Te invitaron a «ser exitoso en otro lugar»? Lo llamen como lo llamen, siempre te han querido decir lo mismo: «Estás despedido».

UN NUEVO VIAJE

Después de años trabajando en una organización y dando lo mejor de nosotros desarrollando nuestras funciones dentro del sistema. Una de las experiencias más traumáticas que podemos enfrentar en el mundo laborar, es ser desvinculados del sistéma donde desempeñamos nuestras funciones y del cual pertenecemos.
Ciertamente el ser desvinculado o excluido del sistema donde nos estábamos desarrollando profesionalmente, es un paradigma que en muchos casos resulta difícil de aceptar. Independiente de las múltiples razones y explicaciones que puedan existir para nuestra exclusión, esta situación muchas veces puede golpear duro en variados aspectos, tanto para la persona excluida como para la organización que desvincula a su empleado.
Al ser desvinculados de la organización, no sólo nos quedamos sin nuestro principal ingreso económico (sustento), lo que claramente afecta a nuestra calidad de vida material y la capacidad de responder a compromisos familiares, de inversión y el pago de deudas, que la mayoría de personas acumulan. Además, al perder nuestra fuente de empleo nos vemos expuestos al cambio de nuestras rutinas y hábitos, el tiempo nos sobra y no sabemos qué hacer ni en qué ocuparnos. Muchas veces nos podemos culpar sobre el despido y ver menoscabo nuestra autoestima y la seguridad en nuestras propias capacidades, lo que afecta a la búsqueda de un nuevo empleo. Entonces ¿qué se puede hacer?

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Si bien ser excluido de un sistema puede ser un fuerte golpe al ánimo y el amor propio, es fundamental contar con el acompañamiento adecuado para reponerse y seguir adelante. La época en que las personas ingresaban a una empresa para jubilar en ella terminaron, y en la actualidad la movilidad laboral es cada vez mayor, por lo que el fin de un empleo puede ser el mejor comienzo de una etapa profesional y personal. Una vez que tengas claridad de tus recursos personales, entonces es momento de preguntarte ¿dónde quieres estar?, y no hablar sobre el dinero que quieres ganar, ni la empresa en que quieres desempeñarte, sino aquello que verdaderamente te apasiona y motiva. Las personas que logran los mejores resultados son aquellos que dedican sus energías a temas que los motivan y que les permiten sacar lo mejor de sí mismos. Perder el trabajo puede ser el inicio de un cambio que te permita alcanzar resultados que no habías pensado anteriormente, y atreverte a dar el paso a construir una mejor versión de ti mismo, que puede comenzar en el plano laboral, pero que sin duda tendrá una repercusión positiva a nivel personal. Todo esto es parte de lo que propone el INSTITUTO SISTÉMICO Y ORGANIZACIONAL para conseguir, cuando las cosas no han salido como esperábamos, permitiéndonos descubrir que pueden ser mucho mejor.

NO SE ACABA EL TRABAJO SÓLO CON DECIR ADIÓS

No se acaba el ser trabajador sólo con decir adiós, hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido, ni borra a las personas del sistema.

DEL GANAR PERDER,

AL PROCESO DE GANAR GANAR

Las organización que desvinculan a sus empleados del sistema al cual pertenecía, no esta están exentas de consecuencias si este proceso no se realiza de una manera correcta basada en principios sitémicos. En la actualidad las corporaciones tiene a su disposición un gran abanico de posibilidades para regular el volumen de sus plantillas, y como consecuencia de la crisis las empresas aun tenido que ponerlas en práctica para poder mantener una masa crítica de producción. Si estos procesos no se realizan de una manera correcta tanto a nivel Jurídico como sistemica la empresa se ve expuesta a posibles consecuencias en el futuro. Se ha demostrado que los arquetipos empresariales afectan a los componentes de su sistema a nivel vincular, y al ser desvinculados de una manera no procedente pueden generar una información residual no
visible que afecte a posibles remodelaciones de equipos, o nuevas contrataciones. Las lealtades no resueltas, el derecho a pertenencia, la ruptura de jerarquía.

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Son algunas de las causas de mal funcionamiento de un sistema una vez aplicado un proceso de regulación de plantilla. Las empresas que contemplan una visión sistemica en estos procesos de regulación, tienden a obtener mejores resultados en el futuro a nivel de contratación y gestión de sus equipos. También se ha demostrado que al aplicar las herramientas sistemicas en procesos de desvinculación de empleados, se consiguen resoluciones más eficientes/eficaces en el proceso.
Es por ello que en el INSTITUTO SITÉMICOS Y ORGANIZACIONAL, proponemos a las empresas colaborar en los procesos de desvinculación, para poder aportarles la mejor solución para que el sistema siga funcionando en completa y constante armonía, pues es sabido que los logros de una organización son los resultados del esfuerzo combinado de cada individuo que configura el sistema.